domingo, septiembre 22, 2013
Sebastián Espina
Son cuatro alforjas amarillas y negras y una bolsa de dormir. Dos se encuentran junto a la rueda delantera y las otras, junto a la trasera. Adentro lleva ropa, comida y hasta una pequeña cocina; en conclusión, sobre la bicicleta, Sebastián Espina transporta su hogar. Y eso lo hace libre. Porque ha podido convertir en casa rincones de la helada y lejana Alaska, los bosques que rodean los lagos aislados de Canadá, alguna playa de la bronceada costa oeste de Estados Unidos, viejas iglesias mexicanas y la vera de alguna ruta sudamericana y tropical, entre mucho otros lugares. Este cordobés de 30 años está cerca de completar la hazaña: unir Alaska con Ushuaia a puro pedal. Y a pesar de lo agotador del viaje no se cansa de repetir, como una prédica, que la clave de la felicidad está en desprenderse de la mayor cantidad de ataduras posibles y pedalear, caminar o volar hacia los sueños.
sigue:
http://www.lagaceta.com.ar/nota/560982/sociedad/de-alaska-ushuaia-bicicleta-busca-libertad.html
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